El Bando Marroquí se enorgullece de contar con un nuevo Presidente de Honor: José Estevan Albero. Sin ánimo de sobrecargar al lector con datos históricos de los que a mí personalmente me apasionan, sí que conviene hacer una pequeña introducción al protagonista de estas líneas.
Cuando uno lee o ha leído todos los papeles históricos de la comparsa que han caído en sus manos Libros de Actas de la Directiva, Libros de Actas de la General, Libros de Cuentas, Listados, Programas Internos, etc., en ciertas ocasiones se llega casi a conocer a alguno de los protagonistas de la Comparsa, de otros siglos o décadas. Los nombres de José Estevan y Virtudes Alcaraz, posiblemente a la inmensa mayoría de los lectores no les digan nada porque hace muchos años que son parte de la historia. Pero para el que ha leído los papeles de los que hablábamos antes, José y Virtudes son buena parte de la comparsa de Marruecos de otros tiempos. Pues bien, esas dos personas son los abuelos paternos de José Estevan Albero. Del primero podemos decir que era hijo y nieto de Marruecos de los antiguos, pero antiguos, antiguos
Y de Virtudes, su mujer, he oído decir que era incluso más marrueca que su marido
¡y de las de antes!
El señor Pepe Caracoles nació en 1943 y, ya en 1949, vistió su primer traje marroquí. Si la familia es sintomática a la hora de definir el futuro del festero o del que pretende serlo, lo que vino después Pepe se lo ha ganado a fuerza de trabajo, ilusión y voluntad festera: Cabo fundador de la desaparecida Escuadra Especial de Las Cañas (1963-1965); Cabo Oficial de las Capas Blancas (1971-1981); Capitán a caballo en 1982 y pie a tierra en 1995; componente de la Gestora que gobernó la Comparsa (1986-1987) con Pedro Juan Molina Camús a la cabeza; Presidente de la Comparsa desde 1987 hasta 1993 (dos legislaturas consecutivas); distinguido con el Marrueco Ejemplar 1988; y de nuevo Presidente en su tercera legislatura (2000-2003).
Por si fuera poco el palmarés festero que atesora entre sus cuadernas, en la Presentación de Cargos 2008 fue distinguido con el preciado Presidente de Honor, gran distinción marroquí que ninguna persona a día de hoy, luce en vida.
De entre todo su trabajo festero, porque de trabajo festero hablamos, podríamos resaltar muchas cosas, pero si hay una que hace diferente a Pepe del resto de Marruecos, es que es el único Presidente de la Comparsa que lo ha sido por dos veces con un intervalo de tiempo, entre el primer y segundo mandato por un lado, y el tercero por el otro. De ganas, doy fe, iba y va sobrado. Este es un dato que a buen seguro y como tiene que ser, le contará a sus nietos. Y otro que le contará es el relativo al de las dos fotografías suyas que puse en la Secretaría, junto al resto de Presidentes del Bando Marroquí: no una, sino dos. Me costó Dios y ayuda convencerlo para que me diera permiso en un proceder, a todas luces, no ya reglamentario sino de estricta justicia. Allí quedan como todas las demás fotografías, hasta el día del juicio final.
Los años pasan, las canas afloran y los hijos crecen. Lo bueno de ver pasar el tiempo es que el trabajo de muchos marruecos, conocidos o anónimos, quedará para siempre en la comparsa encerrado entre sus cuatro paredes. Y entre ellos y de forma destacada, el de nuestro último Presidente de Honor, José Estevan Albero Pepe Caracoles.
José Vicente Arnedo Lázaro
El Cronista y Museo Bando Marroquí
